Pene López era un chico español de Barcelona, que paseaba por el puerto, cuando se encontró una lámpara.La recogió y la frotó hasta que apareció un Genio.
El Genio dijo:-Vale, vale,vale, me has sacado de la lámpara, bla, bla, bla... pero esta es la cuarta vez que me sacan de la lámpara, y estoy hasta los mismísimos de que me saquen de la lámpara, así que olvídate de los tres deseos ¡sólo te concedo uno!
Pene López se lo pensó y le dijo:
- Siempre quise ir a Nueva York, pero como en el barco y en el avión me dan mareos, quisiera ir en coche. Constrúyeme un puente que cruce el Océano hasta allí.
El Genio se puso a reír:
- Imposible, figúrate la logística para construir un puente de más de 10.000 km de largo, anclado en el fondo del Océano, la cantidad de acero y hormigón necesaria para la construcción, luego habría que construir gasolineras cada 100 km... ¡Mejor piensa en otro deseo!
Pene López comprendió la dificultad, y pensó algo importante para él. Le dijo al Genio:
- Frecuento los antros gays, intento encontrar a alguien interesante y no lo logro, no sé qué pasa. Mi deseo es este: ¡quisiera comprender a los gays! Qué piensan, qué desean, qué intentan cuando se hacen los esquivos, cómo hacer feliz a un gay...
El Genio se quedó perplejo y le preguntó a Pene López:
-"¿El puente lo quieres de dos o de tres carriles?"
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